5. Vermicompostaje, aprendiendo a alimentar a las lombrices

La importancia de alimentar de la forma adecuada.

Que ritmo de alimentación sigo? Como se cuanta cantidad les tengo que poner?  Si tengo 1000 lombrices, les pongo 1 kg de comida al día? Cada cuanto tengo que regar?  A que tengo que prestar mayor atención?

Estas son algunas de las preguntas más frecuentes que recibimos en atención al cliente. Aprender a alimentar a nuestras lombrices de la forma adecuada  marcara la diferencia entre el éxito o el fracaso de nuestro proyecto de vermicompostaje.

En esta guía te damos las claves, mas allá de que les puedes poner y que no (esto lo encontraras en nuestra guía básica de vermicompostaje), de como alimentar a tus lombrices.  https://www.multihuerto.es/guia-basica-vermicompostaje 

Tanto si estas empezando como si ya llevas un tiempo y no consigues sacar el máximo partido a tu vermicompostador,  aquí encontraras una de las claves necesarias para convertirte en un maestro del vermicompostaje.

Revisaremos desde la forma de empezar con  los primeros pasos en la alimentación, que  es donde más dudas surgen,  pasando por las diferencias entre iniciar un cultivo de lombrices y mantenerlo, hasta el secreto de la mezcla correcta para un vermicompostaje exitoso y sin riesgos.

Empezamos con unos conceptos muy básicos.. pero muy importantes.

No es lo mismo iniciar un cultivo de lombrices que mantenerlo. Si ya has leído alguna de nuestra guías veras que esto es algo que recalcamos bastante por la importancia que tiene.

En el primer caso estaremos creando un hogar seguro  dentro del alimento y en el segundo estaremos simplemente realimentando sobre su hogar con la intención de ampliarlo.

Cuál es la diferencia?

 Pues que en el primer caso todavía  no  tienen refugio y cualquier mala reacción de los restos les afectaría gravemente, y en el segundo caso ya tienen suficiente sustrato elaborado como para si surgen problemas, profundizar en el y refugiarse hasta que mejoren las condiciones.

Es por esto que para su primera “cama/nido” hemos utilizado, ademas del sustrato que las acompañaba,  un material neutro como el cartón o la fibra de coco previamente  humedecido con la intención de que puedan crear un refugio seguro lo antes posible.

Ritmo de alimentación de nuestras lombrices.

Ahora el siguiente paso sera conseguir que ese “nido”  aumente de volumen sin causarles problemas y  aquí es donde entramos  en el ritmo de alimentación, que sera lento al principio,  por una parte porque tanto el sustrato que las acompaña como el cartón o la fibra de coco que hemos utilizado, ya son comida para ellas. Por otra, porque un exceso en este momento podría causar problemas graves como veremos a lo largo de esta guía.

En esta fase inicial solo añadiremos comida  cuando veamos que ya están terminado con la anterior y siempre la enterraremos ligeramente mezclando estos restos con el material utilizado como “nido”.

Ten en cuenta que  las lombrices  no se pueden comer todos los tipos de restos directamente y  que por lo general, dependiendo del tipo de resto,  esperaran a que se inicie su descomposición.  Al enterrarla ligeramente conseguiremos que los microorganismos presentes  en el vermicompostador  descompongan mas rápidamente los restos acelerando el proceso.

Cuanta comida? 

Dependerá del numero de lombrices que tengas pero ten en cuenta que es mas fácil matarlas por exceso de comida que de hambre.. empecemos por un puñado y observemos.

Si tienes muchas,  los restos añadidos  desaparecerá rápidamente, si tienes pocas tardaran un poco mas. Ellas nos irán marcando el ritmo.

La importancia de mezclar restos secos con frescos…  la clave del vermicompostaje

En la fase inicial, hemos ido añadiendo y  mezclando los restos vegetales con el cartón o la fibra de coco  que utilizamos como base para iniciar el cultivo de nuestras lombrices de forma segura,  esto es fundamental en el vermicompostaje tanto a nivel domestico como a nivel industrial, lo llamamos estructurar los restos y nos va a proporcionar tanto un equilibrio básico de su  dieta  como un sustrato seguro.

Veamos porque..

Las lombrices necesitan para su correcto desarrollo que su alimentación contenga una determinada  proporción  de Carbono y de Nitrógeno. (relación C/N)

Los restos secos son ricos en carbono y los frescos en nitrógeno.

Como restos secos podemos utilizar cartón, papel, restos de plantas secas, paja,  etc.

Por otra parte, también necesitan un nivel adecuado de humedad (80%) ,  al estructurar conseguimos regular el nivel de humedad al absorber  el exceso que va a producir los restos vegetales frescos, la mayoría de estos restos  contienen grandes  volúmenes de  agua.

Otra cosa importante que necesitan es aire, tanto para  poder respirar como para que la descomposición de los restos se haga de forma aerobia. Al mezclar restos secos con frescos  conseguimos un sustrato con capacidad para retener aire y que en caso de exceso puntual de humedad, drenara mejor.

Como puedes ver,  el hecho de estructurar los restos  frescos con secos nos facilita todo lo necesario para nuestras lombrices  y es la base de todo.  Nos ayuda con la correcta proporción C/N, con la regulación  del nivel de humedad y con la capacidad tanto de retener aire como de drenaje del sustrato.

Uno de los mayores errores que se comenten una vez superada la fase inicial en la que nos valíamos de la fibra de coco o el cartón,  es alimentar sin tener en cuenta esta mezcla de restos frescos con secos.

Si basamos su alimentación solo en restos frescos,  por una parte no estaremos aportando el suficiente carbono y por otra no tardaremos en tener un excesivo nivel de humedad que tendrá consecuencias como la evacuación del aire de la mezcla, seguido de la putrefacción de los restos por convertirse en un proceso anaerobio (sin aire), gases, fermentación con elevaciones térmicas, mal olor y la muerte o en el mejor de los casos la fuga de las lombrices.

Ten en cuenta que mientras que en el vermicompostaje industrial buscamos una relación Carbono/Nitrógeno que  oscile entre 40/1 y 25/1, en el domestico por norma general no nos vamos a complicar y nos bastara con estructurar de la forma que hemos expuesto  para alcanzar unos valores adecuados.  Si con esta mezcla de restos estas consiguiendo mantener la humedad optima sin necesidad de riegos continuos y el sustrato se siente esponjoso sin apelmazar,  también habrás conseguido una buena relación C/N que sin duda influirá de forma positiva en  la cantidad de lombrices que sera capaz de albergar tu vermicompostador, en su salud y por tanto en su actividad, en la supervivencia de la cría, etc.

Que cantidad de material seco poner?

No existe una receta con cantidades y medidas precisas. Esto va a depender del tipo de residuo fresco que añadas.. una piel de plátano no tiene tanta agua como  las peladuras de otras frutas o como los restos de una lechuga.  Si ves que el vermicompostador esta muy húmedo y empieza a gotear debes añadir mas, si ves que esta seco y tienes que regar… seguramente estas aportando demasiado.  Siendo un poco observador no tardaras en cogerle el punto.

Si seguimos estas pautas no tardaremos en  conseguir un buen sustrato que ademas de ser un  refugio seguro para nuestras lombrices, sera la base para un humus de excelente calidad.

Debes prestar especial atención a:

Hasta que le cojas el punto a la alimentación y las lombrices hayan procesado una buena cantidad de sustrato, es conveniente que  vayas poniendo la comida en una zona cada vez, una opción es ir poniendo un puñado a continuación de otro y nunca cubras de golpe  con restos frescos  toda la superficie del vermi.  Recuerda  que viven dentro de su alimento y que si ocurriese algo, tipo una fermentación, porque nos hemos pasado poniendo restos.. no tendrían donde refugiarse y esto , como ya hemos dicho, podría ser fatal.

Algo importante que tienes que saber desde el inicio del proceso, es que mientras que los excesos de comida pueden ser muy perjudiciales ya que podría fermentar y producir elevaciones de temperatura o cambios de PH en esta fase inicial  los excesos de humedad no tienen unas consecuencias tan graves.. con poca cantidad de sustrato es difícil que no llegue el aire a todas partes o que se apelmace.. pero ojo,  esta situación cambiara a peor a medida que el volumen de sustrato aumente.

Los excesos de humedad son tan perjudiciales a la larga como lo es el exceso de comida al principio. El sustrato se transformara en una pasta que en muchos casos cegara los agujeros de drenaje de los vermicompostadores, una vez ocurre esto.. todo se dispara, la humedad aumenta,  el liquido evacua al aire y  convierte el sustrato  en una masa anaerobia que desprende olor, puede cambiar el ph e incluso puede producir elevaciones térmicas. En estas circunstancias nuestro vermi no reúne ni de lejos las condiciones de vida necesarias para las lombrices y estas si consiguen sobrevivir trataran de fugarse con todas sus fuerzas, y te aseguro que lo van a conseguir por muy bien cerrado que este.

No sueñes en que como ellas van a hacer galerías se irá oxigenando el sustrato porque esto no va a pasar.

Un vermicompostador es una “fábrica de Humus” y no de lixiviados.  Revisa la guía sobre como elaborar Té de lombriz o  humus liquido, descubrirás que no tiene nada que ver con los lixiviados.  

Por desgracia hay circulando mucha información errónea respecto a los lixiviados y es una pena porque al final  es el motivo mas frecuente de fracaso en el vermicompostaje,  los que aun así consiguen que prospere  una pequeña colonia de lombrices en estas condiciones, finalmente sacan un humus lavado de muy mala calidad.

No dejes de revisar nuestra  guía básica de vermicompostaje para saber que puedes o no puedes ponerles de comer y en que cantidades. 

Y recuerda  como muy importante  que:

Hay que empezar poco a poco con la alimentación, en la primera fase se trata principalmente de que elaboren sustrato que les sirva de refugio. Hasta que se den estas condiciones hay que llevar el máximo cuidado.

Estructura siempre, es la clave,  mezcla restos frescos o verdes con secos para compensar la humedad y conseguir un sustrato esponjoso con capacidad para retener aire y para  proporcionarles tanto nitrógeno (restos verdes) como carbono (restos secos) es la base del vermicompostaje y de la elaboración de un Humus de calidad.

Vigila el grado de humedad, el sustrato tiene que estar húmedo pero no chorreando. Lo ideal es que no produzca lixiviados, esto siempre es una señal de un nivel demasiado alto de humedad o bien por exceso de riego o bien por no estar mezclando convenientemente restos secos con verdes/frescos.

Si sigues estas pautas no tendrás problemas, tus lombrices prosperaran rápidamente y obtendrás un magnifico abono.

Guía cedida por el equipo de multiHuerto.

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